Llegó agotado a casa
mientras la puerta de garaje se cerraba tras de él. Subió por el
breve tramo de escalera que conducía hasta el salón donde elevó la
intensidad de las luces halógenas. Pulsó el interruptor de las
cortinas con el fin de correrlas y levantó un poco las persianas.
Hacía calor pero el sistema de refrigeración cumplía
eficientemente con su labor. El salón adquirió un acogedor aspecto
y le reconfortó el hecho encontrar todo como cuando lo dejó.
Se desabrochó un par de
botones de la camisa y colocó la chaqueta despreocupado sobre el
sofá mientras se liberaba de la ataduras del cinturón que le
oprimía. Fue a la cocina y se puso un poco de agua que bebió
mesuradamente mientras por la ventana observaba la tranquilidad que
confería la urbanización . Prendió su Mac, comprobó los correos
de ese día e hizo alguna llamada de última hora.
Continuó desnudándose de
camino a baño y dejó el resto de su ropa sobre el costoso galán
que le regaron el día de su cumpleaños y que tenía la facultad de
autoplanchar sus pantalones y camisas de un día para otro.
Abrió el agua caliente
hasta lograr la temperatura optima. Se miró con aire resignado al
espejo con la sensación de que ya le tocaba el hacer hueco en la
agenda para acudir nuevamente al gimnasio. Alargó su mano para
comprobar la calidez del agua y entró decidido con el ávido deseo
de entregarse a ella.
Apoyó las manos contra la
pared como haría un delincuente, en esas series de la tele y se
dejó mimar por el encanto de la ducha. El agua se precipitaba tibia
y complaciente. Caía con fuerza sobre su cabeza, resbalando por su
pelo, por su nuca por su espalda...y ahí estaba yo; con mi sonrisa
pícara. Acudiendo mi reflejo a su mente una y otra vez. le parecía
sentir mi fragancia sobre su piel...la presión de mi mano sobre su
cuerpo...y el dulce roce de mi cabello. El vapor empañaba la mampara
y sus dedos escribían mi nombre sobre ella. Juliette...
Estiró el cuello elevando
el rostro y el agua chocaba contra su cara . Abrió la boca dejando
que penetrara así, con súbita violencia contra su garganta y
paladar siendo expulsada con la misma opulencia con la que entraba.
Dulce y caliente caía a borbotones por su barbilla, por su cuello.
Se apresurada torrencial sobre su pecho... y sobre su polla ya
erecta.
Sus manos enjabonaron su
cuerpo y su miembro resbaladizo se dejaba acariciar por unas manos
que no estaban y que era suplida por la suyas. Hacía tiempo que no
se pajeaba de aquella manera; pero qué importaba, también hacia
mucho tiempo que no se encontraba tan excitado. Estaba erecta, tan
dura y tiesa como cuando en la adolescencia se le empalmaba por
cualquier motivo o situación que era incapaz de controlar. La tomaba
con ganas ejerciendo la presión adecuada, con movimientos continuos
y progresivos. Se llevaba al limite, para así parar y jugar con si
orgasmo retrasándolo.
Recordaba mis pechos en su
boca. Visualizaba la tersura de mi piel y la presión de mis muslos.
La firmeza de mi vientre. El sonido entrecortado de mi respiración a
cada movimiento...., mi sexo mojado al tacto de sus dedos.
La ducha y el vapor
impregnaban el baño. El corazón le iba a toda velocidad y la sangre
afluía a su sexo de manera excepcional ... luego, dos sacudidas
dominaron su cuerpo justo en el momento de sublime placer... de
correrse.
Bajó al salón con el
albornoz cubriéndole. Abrió la nevera y rescató un sandwich que
aun tenía buena pinta. Se puso la televisión y se sentó en el sofá
con el sandwich en una bandeja . Apartó a un lado la chaqueta que
había dejado con anterioridad allí para no mojarla con roce de su
cuerpo aun húmedo. Cuando observó en su bolsillo interior como
asomaba un papel que no recordaba haber guardado allí. Se trataba de
la factura del café y del te que tomó con Juliette en la estación
de servicio. Cual sería su sorpresa cuando en su reverso y escrito a
bolígrafo descubrió una dirección de correo electrónico y una
firma:
Juliette.
Me gusta este relato porque sabe destilar el erotismo de una situación cotidiana, vivida por tantos... En ese sentido, este como el de Benvenue, me parecen relatos muy chejovianos.
ResponderEliminarTambién me gusta que cada relato sea independiente, pero todos vinculados a la misma historia, dando continuidad y creando un argumento más grande.
Enhorabuena, sigue así.
Moreto
Estoy de acuerdo con moreto enorabuena
ResponderEliminarLa rubi
ESTÁ CLARO,,, VOLVERAN A VERSE, JEJEJEJE...
ResponderEliminarNO PUEDE OLVIDARSE DE ELLA.
UN BESAZO JULIETTE!!!
provocadora, pero nunca desnuda.... me gusta lo natural, lo que fluye en noches de calor, donde dos cuerpos se encienden y puedo beber del sexo todo ese sabor que sueltan cuando desean hacer el amor, muchos creen que soy un desgenerado, pero lo único que busco es gozar la vida con todo lo que me puede ofrecer. Soy ardiente, escorpion y no busco relaciones tormentosas, sólo una mujer a quien disfrutar cuando tengo ganas de hacer el amor, y nota que digo hacer el amor, los calentones de internet no sirven, en vivo tu puedes sentir realmente como siente una mujer, y esa experiencia es infinita e inagotable. deseo sólo lo que puedo disfrutar en vivo.
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